23/9/10


¡Sin camiseta! De Taylor Lautner a Hugh Jackman!


Me comenta preocupado un amigo actor que últimamente, cada vez que acude a hacer alguna prueba o casting, le piden que la haga primero con y luego sin camiseta, aunque se trate de entrar en una habitación, saludar a alguien, tomarse un café o leer el periódico.
Hay que enseñar chicha, carne, cacha.
Sobre todo en la televisión, donde no hay serie que no saque al guapo de turno luciendo torso, hombros y espalda.
Además, se queja mi amigo, hay una nueva generación de actores jovencitos absolutamente espectaculares que con ir al gimnasio dos días a la semana se ponen como toros, mientras él -que ya pasa de 30- tiene que machacarse brutalmente y hacer dieta para que afloren sus abdominales.
¿Qué se consigue con esto?
Según los programadores, que suba la audiencia en momentos de descamising.
Según los dueños de gimnasios, que la caja registradora esté cada día más contenta.
Según los psicólogos: que se potencie la vigorexia.
Yo soy una gran admiradora del cuerpo masculino, bien formado y alimentado, pero sin caer en excesos culturistas, que me parecen antinaturales, y me alegro la vista cada vez que observo un buen ejemplar macho, pero es cierto que cada día se ven más momentos de desnudo masculino en el cine y la televisión que no tienen más sentido que el de calentar al público, pues carecen de función dramática alguna.


Por ejemplo, en la chachi franquicia Crepúsculo, ¿es realmente necesario que el bollycao Taylor Lautner muestre tanto lo bien currado que tiene el cuerpo?

Ahora se queja de su momento sex-symbol, pero Miguel Ángel Silvestre lucía torso al viento en Motivos personales y en todos y cada uno de los capítulos de la serie que le catapultó: la infame Sin tetas no hay paraíso. 

 

En la cacharrera versión de El equipo A, ese rubiazo llamado Bradley Cooper se pasa media película con sus -estupendos- pectorales al viento: vamos, que ni Nadiuska en sus gloriosos tiempos.


Hugo Silva también demuestra en todas sus series y películas -y obras de teatro- que la genética se portó genial con él y que, además, él la potencia con deporte para deleite de sus muchos fans de ambos sexos.


Hugh Jackman luce tamaña musculatura, tanto como Lobezno como en Australia o cuando se pasea por sus hijos por la playa que los rumores sobre su afición al ciclo van en aumento (esas venorras por los brazos…).


Channing Tatum no sólo llamó la atención por su buen trabajo en Memorias de Queens, sino también porque se pasaba media cinta sin camisa, mostrando al mundo entero que bajo su cara de chico malote hay un cuerpo igual de peligroso.
Matthew McConnaughey no es un gran actor y él lo sabe, pero a la hora de quitarse la camisa es el número uno.
Recordad este anuncio de fragancia masculina:



¿Qué otro actores molan más sin camiseta que con ella?

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